
Moaña, Pontevedra.
La nueva tienda de Buenas Migas en Moaña destaca por su diseño distintivo, que combina una paleta de colores negro, blanco y amarillo, creando un ambiente vibrante y acogedor. Los elementos de madera y las estanterías de hierro lacado añaden un toque de modernidad, mientras que las vitrinas revestidas en Krion aportan un acabado pulcro y elegante.
A pesar de su tamaño compacto, el local está ingeniosamente diseñado para maximizar la funcionalidad y la exhibición de productos, ofreciendo una variedad de opciones en un espacio bien aprovechado. Las paredes y techos están pintados con franjas amarillas, reforzando la identidad visual del establecimiento y alejándolo de la estética típica de las panaderías. Este enfoque transforma la experiencia de compra en un encuentro singular, donde la calidad de los productos se presenta de manera atractiva y moderna
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Moaña, Pontevedra.
La nueva tienda de Buenas Migas en Moaña destaca por su diseño distintivo, que combina una paleta de colores negro, blanco y amarillo, creando un ambiente vibrante y acogedor. Los elementos de madera y las estanterías de hierro lacado añaden un toque de modernidad, mientras que las vitrinas revestidas en Krion aportan un acabado pulcro y elegante.
A pesar de su tamaño compacto, el local está ingeniosamente diseñado para maximizar la funcionalidad y la exhibición de productos, ofreciendo una variedad de opciones en un espacio bien aprovechado. Las paredes y techos están pintados con franjas amarillas, reforzando la identidad visual del establecimiento y alejándolo de la estética típica de las panaderías. Este enfoque transforma la experiencia de compra en un encuentro singular, donde la calidad de los productos se presenta de manera atractiva y moderna